Pueblos más BONITOS del País Vasco – Euskadi

¿Quieres conocer los pueblos más bonitos del País Vasco de la mano de un vasco? Como guía de viajes y enamorado de su tierra, os voy descubrir localidades llenas de historia, con paisajes alucinantes, playas de ensueño y, por supuesto, gastronomía para chuparse los dedos.

He tenido la suerte de visitar estos pueblos en numerosas ocasiones y, gracias a ello, os contaré rincones secretos del País Vasco.

Y por supuesto, también os recomendaré algunos restaurantes para todos los bolsillos, para que os vayáis de Euskadi con un excelente sabor de boca. ¡Preparad las maletas y no os perdáis ni uno!

🏆Pueblos más bonitos del País Vasco

Este artículo está escrito con recomendaciones personales de mi tierra. Si tienes dudas, me puedes dejar tus preguntas en la sección de comentarios. Al final del post también tienes un mapa descargable con todos los lugares de interés.

Hondarribia, la perla de Gipuzkoa

Aunque soy vizcaíno, he de reconocer que me parece el pueblo más bonito del País Vasco. Posee un sistema amurallado levantado entre los siglos XVI y XVII. Tras este imponente bastión defensivo se conservan edificios centenarios, que fueron testigos de batallas contra los franceses. Entre todos destaca el castillo de Carlos V, erigido en el siglo XIII.

Pero probablemente la imagen más típica de Hondarribia sean las casas de colores del barrio de La Marina. Allí, además de sacar fotos preciosas, os podéis dar un festival gastronómico en bares como el Gran Sol y el Sardara, ganadores del concurso de pintxos de Euskadi.

Y si os apetece pasear o hacer senderismo, en sus alrededores podréis contemplar paisajes de ensueño como Jaizkibel, donde está Labetxu, el Valle de Colores.

Pasaia, uno de los pueblos más bonitos del País Vasco

La localidad natal de Blas de Lezo, es otra joya que no os podéis saltar. Pasaia está dividida en cuatro barrios y separada por la ría. En una orilla se encuentra Donibane Pasaia (o Pasajes San Juan), un barrio encantador con las famosas casas puente, con arcos levantados sobre las calles empedradas.

Posteriormente, cruzad la ría en el barco para recorrer el barrio de San Juan. Allí os recomiendo entrar en la iglesia de San Pedro y visitar el Museo Albaola. Es un astillero que reproduce la construcción de barcos de madera, como balleneros o góndolas clásicas. Si os apetece andar, hay un paseo muy chulo hasta el Faro de La Plata. Para comer, procurad hacer reserva en Casa Cámara, toda una institución y especializado en pescados y mariscos.

Además, Pasaia está muy cerca de Donostia, por lo que no hay excusa. Es más, podéis llegar andando desde la capital guipuzcoana por un agradable y popular camino que recorre los bellos acantilados del Cantábrico.

Getaria, cuna de Elcano y Balenciaga

La silueta de esta villa marinera es conocida como el Ratón de Getaria, por la curiosa forma que dibuja en el horizonte. Una bella estampa que se completa con las playas de Malkorbe y Mastetape.

Getaria es también famosa por ser la cuna de dos vascos ilustres: Juan Sebastián Elcano y Cristóbal Balenciaga. El primero fue el primer hombre en dar la vuelta al mundo en barco. En su honor hay un enorme monumento y dos estatuas. El diseñador Balenciaga marcó una época en la alta costura y se pueden ver algunos de sus modelos en el museo Balenciaga.

Su encantador centro histórico destila aroma marinero, con bares y restaurantes que ofrecen los mejores productos del mar. Un buen plan es darse un homenaje gastronómico en alguno de los restaurantes del puerto.

Zumaia, un pueblo de película

Zumaia atrae a miles de visitantes por su ambiente, su casco histórico y sus irresistibles paisajes costeros. Pero además de veraneantes y turistas, también ha atraído la atención del cine, ya que en sus calles se rodaron algunas de las escenas más hilarantes de “Ocho apellidos vascos”.

Otro de los lugares de obligada visita es la playa de Itzurun, donde se han encontrado numerosos fósiles y se puede ver el célebre flysch. Se trata de un fenómeno geológico de fama mundial que se formó hace unos 80.000 años.

Sobre la playa se alza la bucólica ermita de San Telmo, que también aparece en la película. Si queréis aprender más y observar mejor el fenómeno del flysch, os animo a realizar un paseo en barco por la costa.

Oñati: Cultura, Historia y naturaleza

Resulta difícil competir con la oferta de esta localidad. Es conocido como la “Toledo vasca” por sus numerosos monumentos. Su centro urbano está plagado de palacios y edificios nobles, como la iglesia de San Miguel o el Convento de Bidaurreta, del siglo XIV.

Además, Oñati puede presumir de haber albergado la primera universidad vasca, fundada en 1540. Se puede visitar su sede original y recorrer el impresionante claustro.

También a las afueras de Oñati se encuentra el santuario de Aranzazu, situado en entorno mágico entre montañas. Allí se alza un complejo religioso diseñado por famosos escultores vascos como Chillida, Oteiza y Basteterretxea. Un lugar súper recomendable y con una historia muy interesante.

Para concluir, os sugiero acercaros a la cueva de Arrikrutz, donde se encontraron los restos del león cavernario mejor conservado de la Península. Organizan visitas familiares y espeleológicas para los más aventureros. La última parada es en Aitzulo, una ruta de montaña de dificultad baja y que conduce a uno de los paisajes más alucinantes de Gipuzkoa.

Laguardia, la capital de la Rioja Alavesa

He tenido la suerte de vivir en esta pequeña localidad alavesa durante dos años. Podríamos llamarla la capital del vino, ya que es la mayor población de la Rioja Alavesa y la que concentra mayor número de bodegas. De hecho, bajo sus angostas calles se halla toda una red de bodegas familiares, por lo que está prohibido la circulación de vehículos.

Laguardia tiene una larga historia y buena muestra de ello, son el poblado prehistórico de La Hoya y los dólmenes que atesora, entre los que destaca el de la Hechicera. Muy cerca de este dolmen podéis hacer una visita guiada en la bodega Ysios, diseñada por Santiago Calatrava.

Por último, para comer bien a un precio asequible, os recomiendo el restaurante Amelibia o acercaros a Páganos, en el Héctor Oribe.

Elciego, tradición vinícola y diseño

La Rioja Alavesa bien merece un fin de semana paseando, visitando alguna bodega y conociendo sus pueblos más destacados. Uno de ellos es Elciego, tanto por sus bodegas, su casco antiguo y sus paisajes de viñedos junto al Ebro.

Pero si por algo se ha hecho famoso Elciego es por la bodega Marqués de Riscal, diseñada por Frank Ghery y que recuerda mucho al Guggenheim.

Otra bodega muy recomendable es Valdelana. Sus dueños llevan produciendo vino desde el siglo XVI y ha sido reconocida como una de las mejores experiencias enoturísticas del mundo.

Si tenéis oportunidad, visitad la zona a principios de octubre, cuando los campos de viñas se visten con un manto multicolor. Y para verlos en todo su esplendor, realizad el sendero por plataformas de madera que por el camino de la ermita de San Vicente y que os darán bellas panorámicas del pueblo.

Lekeitio

Viajar a Lekeitio es hacerlo al corazón del País Vasco, ya que conserva intactas sus tradiciones, lengua y modo de vida. Su historia está asociada al mar y el puerto, el epicentro de la vida social de la localidad.

En sus alrededores encontraréis animados bares y restaurantes para degustar la gastronomía local. A pocos metros se encuentra la iglesia de la Asunción, de estilo gótico y levantada en el siglo XV.

Debéis saber que para visitar Lekeitio conviene mirar la tabla de mareas. Y es que, la isla de San Nicolás, situada frente a la playa de Isuntza, solo es accesible con marea baja. Así pues, tened en cuenta esto sobre todo a la hora de regresar para no quedaros 6 horas en la isla.

La pasarela que conecta la playa con la isla ofrece fotografías increíbles, por el musgo de color verde que la cubre y con la isla en el horizonte.

Bermeo (y San Juan de Gaztelugatxe)

Bermeo está íntimamente ligado a la pesca y, sobre todo, a las conservas de bonito y anchoa. Para darse cuenta no hay más que pasear por el puerto y contemplar la cantidad de barcos.

Frente a ellos veréis las pintorescas casas de colores, que aprovechaban el excedente de los barcos para decorar sus casas. En sus bajos, hoy en día, se suceden los bares y terrazas, ideales para comer o probar unos pintxos.

Los últimos años, gracias a la serie Juego de Tronos, se ha popularizado el otro punto fuerte de Bermeo. Se trata de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, situado en un islote al que se accede por un estrecho sendero de piedra. Este mágico lugar fue el escenario de la mítica serie y lo convirtieron en Rocadragón, una de las fortalezas.

Para visitarlo hay que realizar una reserva previa en la web oficial. Y para comer, el mejor sitio es el restaurante Eneperi, con impagables vistas de Gaztelugatxe. Podéis optar por el menú de cervecera (más económico) o por el de restaurante.

Mundaka, templo mundial del surf

Mundaka ha puesto su lugar en el mapa gracias a la mundialmente famosa “ola de izquierdas”. Gracias a ella y su maravilloso entorno natural recibe miles de surfistas y visitantes de todo el mundo.

El centro urbano apenas ha cambiado, con calles estrechas y casas típicas vascas. Mundaka posee además una ubicación de lujo, en plena Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Si os apetece descubrir esta joya natural, podéis daros un paseo en barca por la reserva y la isla de Izaro.

Al otro lado de la ría de Mundaka, se hallan Laga y Laida, dos de las mejores playas del País Vasco. Y a los amantes del senderismo les recomiendo la ruta de San Pedro de Atxarre. Una fantástica ruta a través del bosque y que concluye en una ermita con las mejores vistas de Mundaka y Urdaibai. Es un recorrido fácil y apto para cualquier persona con un mínimo de forma física.

Getxo (y el Puente colgante Bizkaia)

El mero hecho de contar con el Puente Bizkaia –también llamado Puente Colgante-, es razón suficiente para conocerlo. Fue levantado en 1893 por un discípulo del mismísimo Eiffel, utilizando un estilo y técnica similar. Conecta las localidades de Getxo y Portugalete, y es el puente transbordador más antiguo del mundo. Todavía podéis utilizarlo y también se puede subir a la parte superior.

Desde allí, dirigíos a la Playa de Ereaga y el puerto marítimo, una zona recreativa ideal para pasear. Y finalmente, acercaos al puerto viejo de Algorta. Este encantador barrio de pescadores todavía mantiene las antiguas casas y baserris. Además es una zona muy auténtica y animada, con bares de tapas y pintxos.

Ondarroa

La villa pesquera de Ondarroa es una joya poco conocida debido en parte a su remota ubicación. Sin embargo, premia al visitante con una bonita playa, un animado puerto pesquero y un centro histórico muy bien conservado

. Su monumento más destacado es la iglesia de Andra Mari y Zubi Zaharra, el puente viejo frente a la Casa de Cofrades. Ya que estáis allí, si tenéis tiempo, visitad la Playa de Saturrarán (Mutriku), mi preferida de Gipuzkoa.

Elantxobe

Esta pequeña aldea de pescadores representa la esencia de los marineros vascos. El pueblo fue creciendo a partir del puerto, su sustento de vida. A medida que fue creciendo, sus casas fueron escalando ladera arriba, quedando asomadas al mar y conectadas por estrechas callejuelas.

La plaza del pueblo es tan minúscula que el autobús tiene que dar la vuelta en una plataforma giratoria porque no hay espacio para girar. Desde arriba se observa mejor la peculiar morfología del pueblo.

Por último, os voy a contar un secreto lugar que ofrece inmejorables panorámicas de la playa de Laga. Se trata del mirador de Ogoño, al que se accede en una ruta a pie que parte del cementerio y, tras pasar por una zona boscosa, llega hasta la cima del monte y desde el que contemplaréis toda la costa.

Gernika, símbolo de la paz

En esta clasificación no podía faltar Gernika, desgraciadamente conocida por el bombardeo fascista de la Legión Cóndor e inmortalizado por Picasso. Con gran esfuerzo resurgió de sus cenizas y todavía se puede contemplar la Casa de Juntas, lugar emblemático de la política vasca y símbolo de la paz. Y si queréis ver vestigios de la guerra civil, organizan visitas por los refugios antiaéreos de la Guerra Civil.

Mi restaurante preferido en Gernika es el 1000 Kolorau, donde disfrutarás de excelentes recetas de cocina local. Mejor si reserváis antes de ir en su web.

Durango

Durango es una de las localidades con más historia del País Vasco. Buena prueba de ello son los numerosos monumentos que todavía atesora la villa. Uno de los más destacados es la Puerta de Santa Ana, una reconstrucción del siglo XVIII de la puerta principal de las murallas de la ciudad.

Durango también sufrió el bombardeo de las tropas fascistas italianas tan solo cuatro días después del genocidio de Gernika. Afortunadamente, Durango se recuperó pero todavía se pueden observar las marcas de metralla en edificios como el ayuntamiento. Posteriormente fue restaurado con copias de las pinturas originales del siglo XVII.

Si todavía disponéis de tiempo, el Santuario de Urkiola es un paraíso natural con magníficas rutas de senderismo.

Mapa de los pueblos más bonitos del País Vasco

En el siguiente mapa podrás encontrar más fácilmente los pueblos que no te puedes perder en el País Vasco. De esta manera, podrás organizar mejor tus excursiones.