Los mejores wadis de Omán y piscinas naturales
Cuando hablamos de países exóticos con idílicas aguas de color verde esmeralda y rodeados de palmeras, muy pocos pensaríamos en Omán. Sin embargo, este pequeño sultanato de la Península Arábiga conserva auténticos tesoros ocultos entre montañas. Unos lugares paradisíacos y casi vírgenes para el turismo, todavía receloso de algunos países de Oriente Medio. En este artículo os voy a descubrir los mejores wadis y piscinas naturales de Omán para animaros a viajar a este desconocido país. Además, podrás descubrir que el único miedo que puedes tener en Omán es quedarte enamorado de sus paisajes.
Dónde está Omán
Este pequeño sultanato se ubica en el sudeste de la Península Arábiga, frente a la costa de Irán, y hace frontera con Emiratos Árabes, Arabia Saudí y Yemen. Posee una ubicación estratégica, frente al mar Arábigo y el Golfo de Omán.
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¿Es peligroso Omán?
Rotundamente, NO. Que no os asuste el hecho de ser vecino de Yemen, país que lleva en guerra varios años. Omán ha sabido mantenerse neutral en este conflicto y tiene una situación política y económica realmente estable. Los robos también son algo absolutamente inusual.
Vestimenta para bañarse en Omán
Los omanís son mucho más laxos en cuestiones religiosas, ya que profesan una rama del Islam mucho menos conservadora. Por eso, las mujeres no deben portar el velo islámico e incluso se puedan bañar en bikini en el mar o piscinas naturales sin ningún tipo de restricción. Eso sí, no esperéis ver a mujeres locales en bañador.
Así mismo, durante el Ramadán se debe guardar respeto y no comer/beber en público durante las horas del día. También la vestimenta debe ser más recatada, especialmente en el caso de las mujeres. En este caso, conviene cubrirse los hombros y rodillas.
Qué son los wadis
Son cauces de ríos o cañones por donde discurre el agua de manera ocasional o permanente. La mayoría solamente se abastecen de agua durante la temporada de lluvias y crean unas pozas de una belleza indescriptible. A lo largo de los wadis crecen palmeras y otras plantas locales, que aprovechan el agua que abastecen los riachuelos. Todo esto crea un paisaje de ensueño, que contrasta con las montañas áridas de Omán.
Qué llevar a los wadis
Visitar algunos de ellos tienen un componente de aventura, con caminatas por las montañas. Por eso, deberéis tener en cuenta algunas recomendaciones a la hora de visitarlos. Algunos de ellos tienen mejor acceso que otros e incluso en alguno podréis encontrar baños públicos. Tened en cuenta los siguientes consejos a la hora de visitar los wadis y material necesario:
- Crema solar con factor de protección alto -mínimo 30-, ya que las temperaturas pueden superar los 35 ºC.
- Calzado cómodo. En la mayoría de ellos tendréis que andar parar llegar y en ocasiones entre rocas o incluso por el río. Por eso, el mejor calzado para los wadis son unas sandalias de montaña tipo Keen o Teva. Son muy cómodas y con buen agarre.
- Ropa fresca y gorra para el sol.
- Bañador para daros un refrescante baño.
- Pequeña toalla para secaros.
- Agua suficiente. Tened en cuenta que la mayoría de wadis están en plena naturaleza y no podréis encontrar agua embotellada.
- Algo de comida. Es muy recomendable llevar frutos secos o alguna otra cosa para picar si os entra el hambre.
- Cámara de fotos/vídeo acuática. No es imprescindible, pero si muy recomendable, sobre todo para el Wadi Shab.
- Bolsa estanca. En Wadi Shab, si queréis llegar hasta la última cueva, hay que atravesar un tramo a nado. Tampoco es imprescindible. Nosotros la dejamos sin vigilancia en unas rocas por consejo de un omaní, que nos aseguró que nunca roban allí nada.
- Acudid a primera hora. De esa manera evitaréis las horas de mayor calor del día.
- Evitad los días de fiesta, cuando hay más lugareños en los wadis. Recordad que el día festivo es el viernes, no el domingo.
Los mejores wadis de Omán
En un viaje de 8-10 días a Omán tendréis la oportunidad de visitar los mejores wadis del país. Para llegar hasta todos ellos hay que disponer de vehículo privado y en algunos casos de un coche 4×4. Si solo disponéis de un utilitario, podéis intentar contratar una excursión en vuestro hotel. Desde Omán también podéis contratar la excursión a Wadi Shab desde AQUÍ. Estas son las mejores piscinas naturales del país.
Wadi Bani Khalid
Es el wadi más conocido de todos y el más accesible, ya que dispone de un pequeño parking en el pueblo, que está rodeado de un palmeral. Desde la aldea hay que remontar el río por la orilla, andando por una acequia de regadío llamada falaj. Poco a poco os iréis acercando hasta el paraíso de Wadi Bani Khalid. Al llegar os encontraréis con el lago principal, rodeado de una vegetación exuberante, entre las que destacan las palmeras. En ese punto también os podréis cambiar de ropa, ya que hay un pequeño restaurante con baños.
Si continuáis más arriba, iréis encontrando pozas a lo largo de la cuenca del río. Hay varios puntos donde os podréis bañar, con alguna pequeña cascada incluida. Tened cuidado al bajar para no tener algún accidente con las rocas. A unos 15 minutos andando desde el lago principal se halla una pequeña cueva a la que nos llevaron unos niños locales. Os lo ofrecerán si vais caminando por el río.
Wadi Shab
Acceder a este wadi aporta el toque de aventura necesario en todo viaje. Se encuentra a unas dos horas de Mascate y una hora de la localidad de Sur. El camino está perfectamente señalizado. El parking de la entrada está en la desembocadura del wadi y allí veréis una pequeña caravana con una terraza, ideal para tomar un refresco a la vuelta. En el parking hay barcas que cruzan hasta la otra orilla del río, donde empieza el sendero que conduce al Wadi Shab. Se tarda en llegar unos 45 minutos o un poco más. Depende del ritmo que llevéis. El camino es pedregoso y en algunos puntos a cierta altura del riachuelo, pero suficientemente ancho para no tener vértigo.
Si tenéis dudas de por dónde continúa el camino, seguid el falaj (acequia) que baja por la parte derecha. Una vez lleguéis encontraréis una zona de baño y si continuáis remontando el río andando por el río llegaréis a otras pozas más tranquilas. El punto más aventurero está al final. Se trata de una cueva a la que se accede tras nadar un tramo de unos 70 metros y atravesar una grieta en la montaña en la que apenas cabe la cabeza. Allí encontraréis una cueva con una hermosa cascada.
Wadi Tiwi
Acceder a este wadi requiere de un 4×4 o mucha pericia al volante, ya que se llega por una carretera estrecha y con mucha pendiente. Vimos a unas chicas chocar por intentar subir con un utilitario. Se encuentra a poca distancia de Wadi Shab, pero en un lugar de acceso más difícil. Hay que subir a las montañas para luego descender hasta el pequeño pueblo. Desde allí parten rutas de montaña de varios días que comunican con el Wadi Bani Khalid.
No es fácil bajar hasta la zona de las pozas y os recomiendo que contratéis un guía o le preguntéis a los lugareños. Estarán encantados de mostraros las espectaculares pozas que se esconden entre las rocas del cañón. Nosotros tuvimos la suerte de acceder a unas alucinantes pozas que nos llevó un muchacho y a las que se accedía por su finca.
Wadi Arbeieen
Lo podéis ver en carteles con otras grafías, como Arbeen. Este otro wadi también requiere de un vehículo 4×4, ya el camino es a través de pistas y probablemente os toque atravesar zonas con agua. Es un cañón más amplio que los anteriores pero también tremendamente bello. Debido a la dificultad de acceso, es un wadi muy poco visitado. También ofrece algunas rutas de montaña para los más aventureros.
Bimmah Sinkhole
Este último no se trata en realidad de un wadi, sino de una piscina natural formada en una sima. No veréis carteles en la carretera indicando Bimmah Sinkhole, sino Hawiyat Najm Park, que significa “la estrella caída”. Y es que, la leyenda cuenta que dicha sima se produjo por el impacto de una estrella al caer a la tierra. La realidad no es tan apocalíptica. Se produjo por la erosión de capas de tierra y la colisión de dos rocas. Como consecuencia se formó una enorme piscina en un enorme socavón de 40 m de profundidad y 60 m de diámetro.
Está unos 200 metros alejado de la costa, desde donde se filtra el agua de la piscina natural. Así que, obviamente el agua es salada. Dispone de parking y baños gratuitos en las inmediaciones. Para acceder hay que atravesar una verja que está abierta de 8:00-20:00.
¡Al agua patos! Además de todos estos oasis, también podréis bañaros en las playas e incluso bucear entre Omán. Algunas de las playas son realmente bonitas, como las de Qantab.
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